Editorial Renacimiento @RENACIMIENTOED
Autor: Luis Ángel Sánchez Gómez
(Madrid, 1962) es profesor titular de Antropología Cultural en el Departamento
de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid.
Hace justicia a la figura de
Don Pedro González de Velasco y a la historia , que no leyenda , de su hija
Conchita, como fue vilipendiado y tomado como un loco incestuoso y egoísta ,
cuando todo lo que le movió fue el amor a su querida hija , despedida antes de
tiempo, como a la tragedia por la muerte de la niña, se suma su fracaso como
médico, porque no pudo hacer nada por salvarla, si no que , incluso, tuvo
un comportamiento negligente , ella enfermó de fiebres tifoideas y como remedio
terapéutico le dio un vomitivo , porque en aquella época una de las tendencias médicas era provocar la crisis del organismo , a través de vomitivos o purgantes , y eso, o te curaba o te mataba, pero este remedio no hizo más que deshidratarla y
debilitarla gravemente.
Ante la oscuridad y fealdad del
proceso de descomposición, que sucede tras la pérdida del hálito de vida,
decide embalsamarla, aunque pierda el alma , su forma permanecerá eternamente, y
la inhuman en el Cementerio Sacramental de San Isidro. Once años después,
procede a su exhumación y a guardarla y honrarla en la capilla familiar , en las
estancias privadas del Museo Antropológico, volviendo a ser enterrada en el
Panteón familiar de San Isidro tras la muerte del Doctor Velasco, donde
permanece hasta nuestros días.
Ahora nos parece una aberración,
pero tenemos que trasladarnos a esos últimos años del S XIX, un periodo de
inestabilidad política, nuevos avances científicos como el mesmerismo, la
electricidad, los Rayos X, nuevas técnicas de Anatomía, avances en la medicina
y , un nuevo movimiento cultural como el Romanticismo y nuevas
prácticas pseudocientíficas y religiosas como el espiritismo.
Pero descubramos quien es el Dr.
Velasco, para algunos titulares de la prensa de la época es “El hombre que
deshacía cadáveres”, médico y anatomista, Pedro González Velasco (1815-1882) es
uno de los cirujanos más famosos de España, fue porquero, fraile, soldado y
criado, pero gracias a su tesón , logró convertirse en uno de los médicos y
cirujanos más prestigiosos de España, aceptado en sus inicios como «practicante
meritorio», sin sueldo, en el Hospital Militar , fue “Fundador de la Sociedad
Económica de embalsamamiento” en sus anuncios en la prensa garantiza “seguridad
de sus resultados, aun cuando haya principiado la putrefacción” , “integridad
del cadáver y conservación permanente de sus formas” , “reducción de gastos a
la mitad de lo que cuesta por los demás métodos”.
El 27 marzo 1857 se le
nombra director de los “Museos de Anatomía”, de la Facultad de medicina de la
Universidad de Madrid en la calle Atocha por el ministro de Fomento Claudio
Moyano.
En 1868 recibe el cargo de
catedrático de “Anatomía quirúrgica, operaciones, apósitos y vendajes” y
posterior nombramiento como catedrático de Medicina de la Universidad de Madrid, hasta su cese en
1874, donde se desvincula oficialmente de la universidad.
El 9 noviembre de 1854 se abre
su primer “Museo Anatómico “ en Atocha 135, hoy Atocha 107. Reúne “una
sorprendente colección de huesos humanos, comprendiendo desde los primeros
rudimentos de la osificación, hasta el completo desarrollo”, “deformidades,
lesiones anatómicas, y los vicios generales del reumático, sifilítico y
escrofuloso”, “completísima y numerosa reunión de cráneos, entre los que se
encuentran varios de criminales, idiotas y monomaníacos”, “fetos de todas edades”
y “maniquíes para vendajes y colocación de los mismos”. También hay una Sección
de Anatomía comparada con esqueletos, vísceras y animales disecados donde se
pueden comparar con la anatomía humana.
Gracias a su notoriedad como
cirujano y a la popularidad de su colección , la Dirección de Sanidad concede a
Velasco, «con destino a la disección de su Museo Antropológico, los cadáveres
sobrantes y disponibles que resulten en el hospital de la Princesa después de
cubiertas sus necesidades anatómicas”.
El Museo Antropológico fue inaugurado por Alfonso XII en 1875, hasta 1887, fue mucho más que un simple
depósito de fetos monstruosos y curiosidades, mucho más que la leyenda de
prácticas necrofílicas y de una hija momificada y presuntamente exhibida que nunca
lo fue , como bien resalta el autor, se encontraba en sus estancias privadas, en
una capilla familiar, donde su
presencia “ momificada” estaba siempre
presente en su vida, en ocasiones le hablaba, pero es falso que la
sentara a comer o la paseara por el Retiro o a la ópera , no iba
vestida de novia si no con un hábito de la Purísima Concepción, pura como ella pero aunque no conservaba su belleza , a su padre se lo
parecía, tan grande era su amor, tan grande era su dolor, si no que tal y como la describe el ayudante y discípulo de
Velasco, Ángel Pulido en una de sus obras:
"Cabeza desnuda y limpia como bola de marfil" , " ojos apergaminados, rugosos y hundidos en el fondo de las huesosas órbitas", " mejillas negruzcas y endurecidas", pero " los brazos, las piernas, el pecho todavía turgente y elevado, el vientre, todo se conservaba; era lo mismo que once años atrás, pero ! qué variado! !Cuán distinto! "
" Pero , ¿Qué busca ya en ellos?
¿Qué quiere de aquello que no se atreve a llamar su hija y lo llama el cadáver de su hija?
¿ no le aterra pensar que ya no late allí el alma de otros tiempos?
¿ no le mata el ver que sus miradas cariñosas resbalan sobre aquel frío y repulsivo semblante?
¡Qué valor tan incomprensible en un padre tan amante y de tan indelebles recuerdos!
Aquella muda y a la par elocuente expectación me tortura el alma.
Ya el cadáver me estremece, y el padre me causa miedo."
El Museo asemeja a un
templo griego, es un templo de conocimiento, destaca su monumental pórtico
griego tetrástilo con la inscripción en el friso de «NOSCE TE IPSUM», (conócete
a ti mismo).
En un primer momento, en 1864
recibe el nombre de Museo anatómico-patológico. En septiembre de 1862 y
septiembre 1863, traslada su domicilio y museo a Atocha 100 (hoy 102) por obras
de reforma en el anterior inmueble.
Una de sus “ piezas” más
famosas es el “ Gigante extremeño», de nombre Agustín Luengo Capilla, gigante
porque medía dos metros 800 milímetros, el cuerpo fue cedido por su madre a la
muerte de éste, no se sabe si recibió alguna gratificación o pago por ello , y
se desconoce si fue exhibido o no en alguna feria o muestra, lo que sí se sabe
es que el Doctor no compró en vida su cuerpo ,ni se arruinó en una vida de
excesos, si no que más bien, su vida estuvo llena de enfermedades y
penurias. Desde octubre de 1876, el salón grande del museo exhibe al gran
extremeño: la “figura, formada con la piel del citado gigante, se encuentra
cubierta con los vestidos que ordinariamente usaba”
Se puede considerar que este
museo médico-anatómico, sea el más importante levantado nunca en España. Por
ello sorprende que haya sido tan poco valorado por buena parte de la
historiografía médica en España.
El 21 octubre de 1882
fallece como consecuencia de una enfermedad pulmonar que le aquejaba desde
hacía unos dos años, en el periódico : La Correspondencia de España , Informan
que el 24 de octubre, "miles de personas» se acercan al museo para
rendirle homenaje, «desde las más altas clases sociales a las más humildes», lo
que atestigua «la inmensa popularidad del finado». El diario apunta un dato más
de interés: en la tumba abierta al fondo del salón que ha de acoger su cadáver,
Velasco será «acompañado del de su hija, que se conserva ahora en la capilla reservada
que tiene el museo». Las exequias tienen lugar el día 25 en la Basílica de
Atocha.
En la fecha del 12 de
noviembre de 1943 se exhuma su cuerpo y es trasladado al Sacramental de San
Isidro. Primeramente, a un nicho individual, separado de su hija, hasta el 3 de
mayo de 1965 en que definitivamente es trasladado al nicho familiar.
Un personaje ilustre de su
tiempo, que incluso su historia conecta con otro personaje de leyenda en
Madrid, donde también su historia se entremezcla con la leyenda, y que no es
otro que D. José de Murga, Marqués de Linares, su conexión es a través de
palacio en Zarauz, residencia de verano Villa Munda, que fue su segundo
propietario, José de Murga, en honor de su esposa Raimunda de Osorio, hoy
conservatorio y la Academia municipal de Zarauz y que fue levantada sobre los
terrenos del cementerio viejo de la población y el movimiento de las tumbas,
proporcionó numerosos huesos y cráneos que pasaron a la colección del Doctor en
el museo.
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