Gracias a la Editorial Reino de Cordelia , llega a nuestra #bibliotecadelmisterio la obra de Fátima Elías con las ilustraciones de Antonio Seijas, me parece una obra sorprendente , de gran calidad que me ha gustado , no sólo por su contenido , si no por las emociones que despierta , es una mezcla entre pena y esperanza, pero en ningún caso despierta morbo , me parece un trabajo alegórico, con un trato exquisito a la simbología funeraria , cómo en poco tiempo , se nos ha olvidado la simbología de tumbas y lápidas de nuestros difuntos para que, todo el que se acercara a ellas , pudiera leer en la piedra toda esa información, independientemente del idioma, cultura o religión, si eran letrados o iletrados, no había discriminación, era una lectura igual para todo el mundo, son símbolos internacionales y perdurables en el tiempo, aunque parece que se nos han olvidado, permanecen latente en algún lugar de nuestra memoria ancestral, de esa memoria pasada, como de otro tiempo, de un tiempo de antaño. Ahora en un mundo que está cada vez más alejado de la tradición , las lápidas actuales son frías y carentes de todo significado.
Sin tocar en profundidad los epitafios, que podría ser la próxima obra de la autora :), me han impresionado algunos símbolos , y las leyendas y poemas que los acompañan, quizá me ha conmovido el desconocimiento de esas historias que nos narran , cómo en esa fría piedra , recupera , con estas narraciones, el calor que al cuerpo enterrado le falta, cómo ahora que es una época de olvido de nuestros difuntos , los antepasados les recordaban y honraban , a ese ser querido que se ha marchado, cómo todos tenemos que recordar que les seguiremos , y que no nos olvidemos de la fugacidad de la vida y de la eternidad en el recuerdo.
Ya la trasera del libro nos adelanta que : " nuestra vida está llena de símbolos. Los que encontramos en el cementerio también formaban parte de la vida cotidiana de nuestros ancestros. Hoy recorremos los camposantos contemplándolos como ornamentos de tiempos pretéritos, ignorantes de lo que significa una antorcha llameante boca abajo o una mujer apoyada en un ancla".
Entre las historias que desgrana el libro y que más me han conmovido y gustado , sin pretender hacer spoiler, porque encierra muchas más historias para que sea un libro de referencia y consulta de simbología y arquitectura funeraria, destacaría como Vitruvio, arquitecto de Julio césar, escribía que una hermosa niña falleció y su aya que la quería mucho, depositó sobre su tumba una cesta con sus muñecas favoritas, y cómo un brote de acanto que se encontraba bajo la cesta, brotó y sus ramas abrazaron la cesta a modo de macetero, el arquitecto Calímaco , ante esta visión , estableció , desde ese momento ,el orden Corintio como estilo artístico de las columnas. Seguramente sea un cuento, una historia inventada , pero es tan hermosa que no importa que no sea real , la hacemos real todos aquellos que nos gustan las historias, las narraciones hermosas.
Otro ejemplo delicado y hermoso , ante la crueldad y el drama del deceso de un niño , es el poner unas margaritas en su tumba, representan la inocencia, " una antigua leyenda cuenta como las margaritas crecen en las tumbas de los infantes porque brotan de las lágrimas de sus ángeles de la guarda" , ¿ puede haber algo más bello ante tanta tristeza? en mi opinión, no .
Siempre parece que nos conmueve especialmente la muerte de un niño, ya no sólo porque es una vida sesgada antes de tiempo , si no porque nos parece injusta, por eso en el condado de Kent se encuentra una senda donde descansa una niña , enterrada bajo la sombra de un roble, con una bellota de roble en cada una de sus manitas , para que cuando el cuerpo se descomponga, esas semillas broten en un nuevo roble que acaricie con su sombra y el sonido de sus ramas al afligido padre y que acompañe a la pequeña para que nunca se sienta sola.
También hay simbología animal en las tumbas , desde animales que representan a los evangelistas, quimeras o animales psicopompos, esto es que acompañan el alma del difunto a la vida eterna , como se destaca en ellos su fuerza, su fidelidad, su compañía, como el perro aún tras la muerte de su amo, le acompaña hacia el otro lado, en la antigüedad sirviendo de sacrificio y enterrado junto a su dueño y como después se tallaba o esculpía en la tumba como fiel compañero en vida y fiel compañero en la muerte, otros son animales protectores como el león, animales de sabiduría como los búhos, animales alegóricos de los evangelistas y de las virtudes cristianas como el Águila, el Toro, el León...
Una a una a través de sus páginas , se van describiendo más símbolos que acompañan esta imaginería funeraria , animales míticos, símbolos geométricos, representaciones humanas como mujeres sedentes llorando que son la representación del luto, que inmortalizadas en piedra , seguirán recordando y llorando al muerto cuando sus familiares ya no estén y así nunca acaben en el olvido, figuras pétreas de niños durmiendo, imagen, en ocasiones , de su cara, del retrato del niño difunto al que acompañan en su fría cuna de tierra.
Objetos de la vida cotidiana como velos y cortinas , se cierran las cortinas cuando se está velando a un cadáver para que el ánima no distinga su casa del reino de las sombras, evitando que regrese a ella , como el velo, representa el paso de una dimensión a otra, esa fina gasa que existe entre la vida terrenal y la vida futura .
" Yo sé que llegará el día
en que dejaré de ver esta tierra
y la vida se irá en silencio,
corriendo la última cortina sobre mis ojos.
Sin embargo, las estrellas velarán por la noche
y la mañana se levantará como antes,
y las horas se alzarán como las olas del mar,
arrojando placeres y dolores"
y así un largo catálogo de símbolos, leyendas, historias que recoge Fátima Elías , que devuelve a la fría y silenciosa piedra, su voz , su calor, quizá los recuperemos algún día y los recuperen quienes vengan después de nosotros, que nos recuerden con cariño y nos honren en nuestra losa con lo que fuimos y con un mensaje de esperanza y eternidad , porque no se nos debe de olvidar que : " la tierra os sea y nos sea leve "
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